Trabajan hasta 90 horas extra
obligatorias al mes por menos de 2 dólares la hora, viven hacinados en
dormitorios de 14 personas con moho y no tienen casi tiempo para comer;
esa es la situación de los empleados que ensamblan el iPhone 6 en China
según ha desvelado esta semana un informe.
Los abusos laborales
persisten en fábricas encargadas de producir los populares productos de
Apple en China, aseguraba esta semana la organización de defensa de
derechos laborales China Labour Watch (CLW), que publica una nueva
investigación sobre las condiciones en una planta de Shanghái.
En
esta ocasión, CLW ha vuelto a una fábrica que ya investigó en 2013, la
de la firma taiwanesa Pegatron en Shanghái, que emplea a 100.000
trabajadores y las condiciones no han mejorado casi en nada desde su
anterior estudio.
Condiciones laborales extremas
Algo
va mal aquí es un informe que vuelve a evidenciar los abusos laborales
del sector: turnos de 10 horas y media diarios, a los que se suman más
de dos horas extra obligatorias y sin las cuales los trabajadores no
podrían llegar a conseguir un sueldo mínimo para vivir (aunque sigue
siendo “pésimo”, de unos 318 dólares al mes), con una falta total de
medidas de seguridad o formación.
La organización ejemplifica las
condiciones con un testigo de primera mano, un investigador de la
propia CLW que se infiltró como empleado en Pegatron. Entre otras cosas,
el investigador revela cómo la firma no cumple medidas de seguridad tan
básicas como informar a los empleados de las salidas de emergencia de
la planta, unas puertas que él nunca llegó a encontrar. También incide
en la sobrecarga constante de trabajo, con turnos en los que apenas da
tiempo ni para comer.
“La mayoría directamente se salta la cena”,
dice el informe, que aporta ejemplos de la intensidad del trabajo
diario: “nuestro investigador llegó a trabajar en un producto distinto
cada 3,75 segundos, de pie durante 10 horas y media”.
La escasa
seguridad también incluye la falta de información sobre los productos
químicos que manejan los trabajadores. A pesar de que la empresa sí les
aporta una lista de productos peligrosos con los que trabajan, no les
especifica dónde se encuentran o cómo tratarlos.
Hacinados en habitaciones compartidas
A
la situación en la fábrica, se suma la de las viviendas en las que
residen los empleados, y cuyo coste no está subvencionado por la
empresa, como requiere la legislación en China. Allí, en habitaciones
compartidas por entre 8 y hasta 14 personas, los empleados duermen en
literas, con moho por las paredes e insectos por todo el habitáculo,
incluso en la cama, que provocan numerosas picaduras a los obreros,
insiste el informe.
Así pues, “nada ha cambiado” desde 2013,
destaca CLW, a excepción de una situación: la discriminación a la hora
de contratar a ciudadanos de etnias minoritarias, aunque la organización
incide en que la firma ahora contrata ilegalmente a la mitad de los
trabajadores de manera temporal cuando sólo está permitido el 10%.
Esta
organización recuerda que el consejero delegado de Apple, Tim Cook,
considera como valores fundamentales de su empresa “tratar a las
personas con dignidad”, “a cualquier persona”, por lo que CLW le pide
que responda a sus principios y ponga fin a los abusos contra aquellos
que hacen posible que millones de iPhone al año salgan al mercado.